miércoles, 20 de febrero de 2013

Juan Mariné, nuevo Patrono de Honor de la Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó


 
 
 
El director de fotografía y restaurador Juan Mariné es el nuevo Patrono de Honor de la Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó. Su pasión por el cine y su gran actividad desarrollada en la vertiente técnica, le hace justo merecedor de este nombramiento. Uno de los objetivos primordiales de la fundación es promover la parte técnica del cine y Mariné es, sin duda alguna, uno de los referentes en este terreno de la cinematografía española. El acto del nombramiento y entrega del documento que lo acredita como Patrono de Honor de la entidad tuvo lugar el 18 de febrero en la Escuela de Cinematografía y Audiovisuales de Madrid (ECAM), donde actualmente dispone de un pequeño laboratorio en el que sigue investigando a la búsqueda de nuevos valores fotográficos a la postproducción digital de películas. Estuvieron presentes el gerente de la ECAM, Jorge Varela, el Jefe de Estudios, Ignacio Gutiérrez-Solana y Concha Figueras, gran colaboradora desde hace años de Mariné.
La Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó, creada en octubre de 2010, nombró primer Patrón de Honor de la institución al director de cine José Luis Borau en 2011. Desde entonces decidió nombrar cada año un Patrono de Honor. El nombramiento de Mariné, aunque el acto se ha hecho público en 2013, corresponde a 2012.
Juan Mariné (Barcelona 1920) es uno de los grandes nombres de la cinematografía española, su participación en cerca de un centenar de películas, le convierte en uno de los directores de fotografía más prolíficos. Ha trabajado con los mejores directores y artistas del cine español. También ha realizado una gran labor como profesor en escuelas e instituciones cinematográficas y, principalmente, como investigador y restaurador, aportando significativas innovaciones al desarrollo de la imagen fílmica, como es el formato Mariné.
Uno de los fundadores de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, recibió la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 1990 y el Premio Nacional de Cinematografía en 1994, entre una larga lista de premios, reconocimientos y homenajes.
Una carrera de fondo
Juan Mariné nació en Barcelona en 1920. Hijo de uno de los accionistas de la productora Eos Films, empezó a trabajar en cine como auxiliar de cámara a los 14 años. Durante la Guerra Civil trabajó como operador en la productora catalana Laya Films y como fotógrafo en el cuerpo de ejército de Enrique Lister. Finalizada la contienda, regresa a su trabajo de ayudante en la Ciudad Condal hasta que en 1947 se traslada a Madrid, donde monta un importante estudio fotográfico y debuta como director de fotografía.
Por esas fechas colabora con Antonio del Amo en sus primeras películas, “Noventa minutos” (1949), “Alas de juventud” (1949) y “Día tras dia” (1951), y en algunas de las protagonizadas por Joselito, como “Saeta del ruiseñor” (1957) y “El ruiseñor de las cumbres” (1958). También rueda con José María Forqué en numerosas producciones.
En la última etapa de su carrera trabaja especialmente con Pedro Lazaga, con quien rueda más de 20 comedias, entre ellas “La ciudad no es para mí” (1965), “El dinero tiene miedo” (1970), y con Pedro Masó, con el que realiza “Experiencia prematrimonial” (1972), “Una chica y un señor” (1973) y “Un hombre como los demás” (1974).
Su habilidad para los trucajes hizo que trabajara en las últimas películas de Juan Piquer “Mil gritos tiene la noche” (1982) y “Muerte viscosa” —también conocida como 'Slugs'—, de 1987.
Desde mediados de los años 80 se dedica casi exclusivamente a la restauración de películas en la Filmoteca Nacional. Entre otras, ha recuperado las versiones muda y sonora de “La aldea maldita”; “La venenosa” de Raquel Meyer, “Santander en llamas” y “Los caballos del vino”.
Para llevar a cabo su trabajo, inventó y construyó una máquina restauradora. El aparato no sólo quita imperfecciones en las antiguas películas sino que les devuelve la frescura original. Por este invento se le concedió en 1974 el Premio Juan de la Cierva de Investigación.
En 2001 la Academia de Cine le otorgó el premio honorífico Segundo de Chomón por su gran labor de rescate de imágenes perdidas del cine español y su aportación tecnológica al séptimo arte.
 
 
 
 

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